Un platillo majestuoso que es perfecto para cualquier ocasión especial. El glaseado de mostaza y miel le da al pavo un sabor delicioso y una textura crujiente por fuera, mientras que la cocción lenta garantiza que esté jugoso y tierno por dentro.
En un tazón pequeño, combina la miel, la mostaza, el aceite de oliva, la sal y la pimienta. Revuelve hasta que esté bien combinado.
Coloca el pavo en una bandeja para asar y cepilla la mezcla de mostaza y miel por todo el pavo, asegurándote de cubrirlo completamente.
Asa el pavo en el horno precalentado durante aproximadamente 4 horas, o hasta que un termómetro insertado en la parte más gruesa del muslo lea 75 grados Celsius. Si el pavo se está dorando demasiado rápido, cubre lo con papel de aluminio.
Una vez cocido, retira el pavo del horno y déjalo descansar durante 15 minutos antes de trincharlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan por todo el pavo, lo que resulta en una carne más jugosa y sabrosa.
Notas
Si sobra glaseado, puedes calentarlo y servirlo como salsa adicional para el pavo.